Una dinámica ganadora

Si se consultan algunas encuestas de medios de comunicación nacionales como la que hoy publica el diario El País, http://www.elpais.com/encuestas/resultados.html , se puede sacar como conclusión que la destitución de Jiménez no es entendida más allá de las fronteras de Sevilla. Tiene su lógica. Sin embargo no estará de más recordar cómo equipos de la talla del Madrid, Barcelona o Valencia han cesado a sus entrenadores estando segundos o terceros en Liga. ¿Nos acordarmos de esto? El nivel de exigencia autoimpuesto por el Sevilla tiene que ser del mismo calibre, si verdaderamente nos creemos que nuestro equipo es un grande. Lo que ocurre en el Sevilla con la destitución de Jiménez es lo que ocurre en los equipos grandes cuando se encuentran en situaciones comprometidas. Y la del Sevilla lo es en estos momentos. Es más, podría añadirse que vamos tarde. Es decir, que si esta decisión se hubiese tomado en diciembre puede que los números hoy fueran otros. Preocupante es que Monchi dijera anoche en su breve rueda de prensa, a pregunta de uno de los periodistas allí congregados, que si el Sevilla hubiese ganado al Xerez probablemente no se hubiera cesado a Jiménez. ¿Es que la decisión tomada por el Consejo no se ha madurado? ¿Ha sido la destitución de Jiménez un arrebato de la directiva? No queremos pensar que haya sido así.
Ahora hay que empezar de nuevo. Hay que encontrar una dinámica ganadora. Hay que volver al espíritu de Eindhoven. Hay que recuperar al equipo física y mentalmente, porque está destrozado. Y esa patata caliente le va a tocar al entrenador que llegue. Y no lo va a tener fácil. Esto es como los exámenes en la Facultad, no te pueden poner un final por sorpresa para que te lo prepares en veinticuatro horas. Tendremos que estar todos a una con el equipo, porque le va a hacer falta Dios y ayuda. Y la afición, también la afición.