La impresión que ha dado hoy el Sevilla en el campo de Cornellá no ha sido la más tranquilizadora de cara al apretado e intenso final de Liga que se nos avecina. El equipo ha respondido de forma muy plana y previsible al planteamiento de un Español que ha tenido más actitud que acierto. La defensa, que teóricamente era uno de nuestros fuertes, no atina con el control de los contragolpes ni de las jugadas a balón parado. En el centro del campo sólo Zokora mete intensidad, pero una fuerza de origen desconocido lo frena y paraliza cuando llega a la línea delantera. Los delanteros no han comparecido prácticamente. Ese Acosta, ¿de dónde habrá salido? Un horror. Y Navas y Capel a la enfermería. Vamos a tener que decir ahora aquello de "que pase ya el mes de marzo"... (como pasaron el de enero, y el de febrero)
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