16.3.10

Sevilla 1-2 CSKA Moscú: Habrá que ir pensando en algo...

No es aconsejable hacer comentarios públicos cuando la gravedad del momento nos subleva. Más vale enfriar las ideas cuando éstas bullen en la mente pugnando por explotar. Moderémosnos o, como sugería el gran Rey Felipe II, soseguémosnos. Pero al menos dejemos constancia de que nuestro ánimo no está para excusas inconsistentes. Podemos intentar controlarnos, pero que no nos den encima lecciones. Esto no hay por donde cogerlo. Lo venimos diciendo hace muchos, muchos meses. Este Sevilla no sabe a qué juega. No tiene carácter, ni personalidad, ni ganas, ni actitud. Los que tenemos ganas somos los que vamos a la grada, abonados y pagando. Los de siempre, los de toda la vida del Sevilla FC. Así que no nos valen cuentos, ni excusas de medio pelo. Ni tampoco nos vale el victimismo. El sevillismo jamás en la vida ha sido victimista ni manquepierda. Ni ha creído en las conspiraciones, ni en manos negras que vienen a mover el cotarro. Jiménez ha dado una rueda de prensa antológica. Para ser una rueda de prensa de Champions League, ha sido superlativa. Vamos, de juzgado de guardia. Si el míster dice que la culpa es de la prensa, entonces más vale que cerremos el quiosco. Si el míster se ofrece como cordero expiatorio de los pecados del Sevilla, qué poca cabeza demuestra. No quiere el Sevilla víctimas, ni tampoco quiere entrenadores cesados, lo que quiere y necesita el Sevilla es ganar con solvencia eliminatorias que están en la palma de la mano. Todo lo demás es teatro, puro teatro. Con el grupo más fácil de Champions a los pies. Con una eliminatoria que pudimos haber zanjado en Moscú, y aún así nos trajimos un resultado razonable. ¡Qué decepción, qué enorme decepción! ¡Qué mal se han hecho las cosas, qué mal! ¡Qué resultado empresarial más lamentable! ¡Qué oportunidad perdida! ¿Habrá alguna lección aprendida de esta derrota? No, no la va a haber. ¿Habrá que seguir especulando hasta final de Liga? ¿Con qué nos vamos a conformar ya? ¿Con la UEFA, otra vez? ¿Este no era el mejor momento empresarial de la entidad? ¿Y a qué esperamos para hacer beneficios antes de impuestos? Mal, mal, muy mal.
Mañana, estaremos otra vez a piñón con nuestro Sevilla. Pero ya está bien de callar y mirar para otro lado. Con el Sevilla, no. Porque el Sevilla nos importa, porque es nuestro, porque es nuestra vida.