Interpretemos el resultado de anoche como lo interpretemos, la conclusión no puede ser otra: se ha encendido una luz roja de alarma en el cuadro de mandos y, o arreglamos la avería, o corremos serio peligro de estrellarnos. Lo preocupante del caso es que el equipo que jugó ayer, salvo Poulsen y Alves, era un equipo ganador hace un año. Falta el compromiso. Seguramente, falta la definición de objetivos claros. Los jugadores no se entienden entre sí. El entrenador no entiende a los jugadores. La afición no entiende el juego del equipo, y, mientras tanto, las derrotas empiezan a acumularse de manera peligrosa. No creemos que pasar de fase en UEFA deba ser un problema. Incluso pasar terceros de grupo podría suponer alguna ventaja estratégica. Pero la cuestión es, ¿quiere el Sevilla ganar la Copa de la UEFA este año? ¿Quiere el Sevilla ganar la Copa del Rey este año? ¿Quiere el Sevilla ganar la Liga este año? ¿Y entrar en puestos Champions? ¿Cuál es el objetivo del Sevilla este año?
(Foto: Correo de Andalucía)
