13.12.10

El Profesor Esquivias Fedriani, Presidente del Club Natación Sevilla


Nuestro querido socio D. Luis Esquivias Fedriani, resultó elegido nuevo presidente del Club Natación Sevilla en las elecciones celebradas en septiembre pasado, noticia que recogemos con verdadero orgullo en estas páginas del Foro Sevillista Universitario, con el retraso propio que nos caracteriza a la hora de dar noticias. Sirvan estas líneas para felicitar al insigne Catedrático de Física de nuestra Universidad de Sevilla y hacerle llegar nuestra más sincera y cariñosa felicitación sevillista. Enhorabuena, Luis.

El miércoles, todos con el Sevilla FC

Ahora hay que apretar los dientes, como gritan los Biris. El miércoles nos la jugamos en todos los sentidos. Eso sí que es una final. Una final que puede ser un final, o el comienzo de otra etapa. Hay que procurar que las crisis no sean improductivas. Creemos que el Sevilla FC debe ser tributario de su propia historia, que ya es centenaria. No ha habido momentos de mayor gloria deportiva en la historia de nuestro club que los vividos en los últimos cinco años. Esa historia gloriosa debe ser una base suficientemente sólida como para comenzar un nuevo proyecto. El Sevilla necesita un nuevo proyecto. Los tiempos son otros ahora. La gestión de un club es hoy mucho más dinámica y comprometida que hace treinta o sesenta años. Las decisiones son hoy mucho más estratégicas, o deben serlo, que hace diez o veinte años. La competitividad en la Liga de hoy es infinitamente superior a la de hace un lustro o una década. Una planificación que no sea sólida, no es sostenible en el tiempo, y lo que ha podido funcionar bien, muy bien, durante cuatro o cinco años puede no funcionar al quinto o sexto año. Sobre todo si, en un momento dado, se empiezan a tomar decisiones poco afortunadas. Por eso, ahora toca pensar en el futuro más que en los próximos tres o cuatro partidos. Ahora habría que ponerse a pensar en los próximos cinco años. Y empezar a tejer la red que nos lleve a otra etapa de éxito, esta vez, con mayor sostenibilidad. No ha habido gran empresa que se haya construido desde la resignación o la nostalgia por tiempos pasados. Las grandes empresas nacen de la reflexión y la visión de futuro. A veces, calcular objetivos sobredimensionados constituye un gran error. El Sevilla en seis años pasó de la segunda división a ser campeón en Europa. Y eso no se produjo como consecuencia de un único proyecto deportivo y empresarial, de una única presidencia, sino como resultado de una serie de buenas decisiones deportivas y económicas, salpicadas de momentos puntuales de verdadera suerte deportiva, el impulso arrebatadoramente ilusionante de una afición que se lo creyó y de la proyección internacional del equipo que lo hizo atractivo para la llegada de buenos jugadores y entrenadores.
Con esta experiencia, conocidos los errores, y aprendidas las lecciones, se puede edificar ahora un auténtico proyecto de futuro. Todo pasa porque nos serenemos y no nos resignemos. Todo pasa porque pongamos los pies en el suelo, moderemos el discurso, tomemos conciencia de dónde estamos, de dónde venimos y adonde queremos estar, y que afición y directiva vuelvan a respirar al mismo ritmo.
Los que mandan, se equivocan tanto como se equivoca la afición. Y, cuando aciertan, lo hacen porque detrás hay una afición que piensa con la cabeza y actúa con el corazón. Genios somos todos cuando se trata del Sevilla FC, y errores cometemos todos porque el fútbol no es como la física o la matemática. Más se parece a la filosofía o las bellas artes. Por eso sería bueno apelar a la humildad y a la serenidad, y construir desde el consenso y la sensibilidad más que desde el ruido y la furia.
Ahora hay que recuperar la autoestima de los jugadores, reforzar la plantilla lo poco o mucho que se pueda, incluyendo, si es preciso, la dirección técnica del equipo. Hay que mirar, como muy lejos, al mes de mayo, comprobar qué fondo de armario tenemos, calcular los puntos mínimos que se necesitan y los partidos clave, y encomendarse a nuestros santos particulares. Hay que unir de nuevo a la afición, que lleva tres años de discordia interna porque no ha entendido muchas de las decisiones tomadas por la directiva. Hay que apoyar al equipo y al consejo y que éstos oigan el sentir de la afición. Todos en el mismo barco. Todos remando por igual. Todos con la misma idea y la misma pasión. Sin derrotismo, sin ira, sin mesianismo, sin revanchismo. Todos iguales construyendo un nuevo proyecto, un nuevo Sevilla. Renovarse o morir. Renovarse con inteligencia, con las mejores ideas. Quien las tenga, que las exponga libremente. El patrimonio intelectual del sevillismo es infinito. Genios somos todos cuando se trata del Sevilla FC.
Y el miércoles, todos en el RSP. A ganar al Borussia. A pasar a la siguiente fase de Europa League. A seguir soñando, pero con cabeza.