1.4.19

Sevilla 0-1 Valencia: tras la Europa League, ahora tiramos la Champions

El partido de ayer tarde frente al Valencia era un partido de 4 puntos para habernos puesto cuartos en la tabla con autoridad. Era un partido para haberlo ganado sin estridencias pero con rotundidad. Era un partido para volver a reencontrar el alma perdida en los dos últimos meses. Era un partido para haber aprovechado el parón de dos semanas y haber hecho los deberes en el vestuario. Pero no fue así. El equipo está perdido, nadie manda sobre el terreno de juego, no hay un líder, que es algo distinto a un capitán, y a base de arreones y pelotazos hacia delante no se puede jugar. Menos mal que la liga es verdaderamente mala a partir del octavo o noveno puesto, pues de lo contrario estaríamos despeñados, pero hace falta que la directiva se tome un descanso en su afán de acumular acciones para vender, y se ponga a tomar decisiones deportivas.
Empezando por el entrenador. ¿O vamos a terminar la temporada con Caparrós?
La afición empieza a estar cansada de tanto tropiezo. Se nos está yendo la sangre que nos va a hacer falta a partir de finales de abril, y se puede ver un número. No será porque no lo estamos avisando.