10.10.22

Sevilla 1-1 Ath. Bilbao: los milagros no existen

 Veinte minutos le duró al Sevilla la furia que el fichaje de Sampaoli le inyectó en las venas. Está claro que hace falta otro estimulante, y más cosas. El equipo, como ya hemos repetido hasta la saciedad, está fundido físicamente desde enero, al menos. A los problemas de edad media de la plantilla, se unen los de una preparación física y una ausencia real de rotaciones apabullante. Los jugadores no pueden con su alma a la media hora de juego. La apuesta de Sampaoli es arriesgada, pues este entrenador juega con todo el equipo al ataque y a la defensa a la vez, lo que obliga a correr el campo de manera intensiva durante los 90 minutos. Habrá que volver a la famosa papilla de hace unos años. O hacer cambios en el equipo de preparadores físicos, del cuadro médico, de cuidadores del césped, etc. Hay mucho trabajo por hacer. Estamos en descenso. El Sevilla Atlético, último de su tabla. El problema es institucional, es un problema de directiva societaria y deportiva. Se han tomado decisiones en cascada que el tiempo ha demostrado que estaban equivocadas. No queremos que rueden cabezas, queremos que se adopten decisiones ejecutivas inmediatas para empezar a poner frente a la mayor debacle deportiva del club en 22 años. Hemos dejado de ser el equipo campeón que siempre generaba un expectativa de éxito. Ahora somos un club paralizado, penalizado por múltiples decisiones erróneas que nos han llevado a estos extremos. Y con enormes problemas de transparencia en la gestión. Hay que dar explicaciones, pero, antes, hay que poner remedio a esta debacle antes de que ser vuelva incontrolada y nos lleve al desastre.

Y no entrar en Europa este año, ya sería un desastre incalculable.