Sevilla 3-2 Español: sangre, sudor y lágrimas

A la vista del partido de anoche, parece que esto es lo que Emery nos va a deparar en lo que queda de liga. Un partido remontado dos veces, con un adversario que, sin jugar a nada y con un hombre menos, nos tuvo de cabeza hasta el minuto 87. Las rotaciones se han convertido en una obsesión para el entrenador, que pretende que este Sevilla juegue como el Barcelona, llevando la pelota pegada al pie hasta la misma línea de meta contraria. Menos mal que Diogo nos enseñó el camino, tirando desde fuera del área en un impresionante chut que entró por la escuadra contraria. Quizás haya que tirar más a puerta -en el partido de Copa tiramos entre los tres palos por primera vez en el minuto 49'- y dejarse de hacer filigranas imposibles entre el bosque de piernas defensivo. En fin, vamos a sufrir mucho jugando de esta manera. Qué difícil es disfrutar con este Sevilla, qué lejos están aquellos años de Kanouté, Fabiano, Alves, Poulsen, etc. en que nos echábamos en los respaldos de los asientos cuando íbamos perdiendo 0-1 ó 0-2 sabiendo que terminábamos goleando. Sí, así fueron aquellos años, que yo los vi.