Loco partido en el RSP entre un Sevilla propietario del balón en todo momento y un Celta que asestaba puñaladas tan escasas como certeras. Del 1-0 inicial se pasó a un desconcertante 1-2 en menos de un cuarto de hora, y hasta el minuto 85' no pudimos salir del atolladero en el que nos metimos nosotros solos. Llegar a puerta cien veces para rematar una, no es una estrategia válida. El Sevilla tira poco y mal, no tiene gol y sufre necesariamente porque no encuentra alternativas. Cierto es que venimos cargados de partidos, con competiciones internacionales interminables (no se entiende lo de los amistosos nacionales), pero este es el destino de los grandes. Hace falta más confianza arriba, más desparpajo y menos toque de balón. Jugamos bien, pero con un juego poco rentable. Ahora, el Krasnodar para certificar un buen pase de ronda en Champions. Adelante.
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