Sevilla 1-4 Barcelona: de mangazos arbitrales e inconsistencia local

Los de Emery experimentaron en la aciaga noche de ayer las excelencias de enfrentarse en un partido de liga española a uno de los dos grandes, de los que dominan todos los escenarios y cloacas de la liga de Villar. Teixeira Vitienes, un engendro de árbitro, un lacayo de los putrefactos despachos del poder, un asalta ingenuos. Fue otra felonía más de este individuo, un sicario, un inútil. Pero el Sevilla de Emery lleva la peor cartera de goles en contra de los últimos 46 años. La inconsistencia de los locales se traduce en un punto de doce posibles, tras el comienzo de la segunda vuelta. Los delanteros, no resuelven en los momentos clave. ¿Vamos a esperar tres años, como pide el entrenador, a que esta orquesta empiece a funcionar de verdad?