19.4.09

Valencia 3-1 Sevilla: la Champions no va a ser fácil

Hay que saber aprender de los errores propios. Sobre todo, cuando no queda mucho tiempo para aprender. El tourmalet comienza mal, muy mal, a pesar de que el Sevilla demostró actitud en los diez primeros minutos de este nefasto partido en Mestalla que nos ha cargado de tarjetas, nos ha dejado a dos jugadores sancionados para el partido con el Barça y nos pone en la obligación de ganar cuatro partidos necesariamente para no quedarnos fuera de la Champions. El equipo se replegó innecesariamente cuando íbamos ganando y jugando con superioridad y solvencia. Los nervios y la mala cabeza de algunos jugadores, así como un arbitraje digno representante de la mafia arbitral que campea por los campos de España han hecho el resto. El Sevilla debe aprender que para estar entre los grandes tiene que jugar infinitamente mejor que los grandes, con más temple, más inteligencia, más aguante, más cabeza, más sangre fría, más precisión y sin fallos, porque el arbitraje tiene órdenes de favorecer a los equipos de mayor presupuesto y, como en el caso del Valencia, con graves problemas económicos. La vida es dura. Alguien debería decírselo a Jiménez y a los suyos.