30.9.12

Sevilla 2-3 Barcelona: barridos por la corrupción

La lógica del fútbol español se llama corrupción. En este sistema participan todos los dirigentes de la federación y la mayor parte de los dirigentes de los equipos de primera y segunda división. Los árbitros no son más que empleados a sueldo dedicados a cortar quirúrgicamente las aspiraciones de aquellos equipos que se salen de la disciplina mafiosa. Todos participan en este juego de omertá y prostitución de valores. Todos forman parte del engranaje. Las aficiones, mientras tanto, callan y pagan, callan y pagan. El sistema se sigue engrasando de esta forma con la inacción de las masas de seguidores, incapaces de organizarse para boicotear este putrefacto mecanismo de robo planificado a gran escala. Los presidentes protestan para pedir más dinero a las televisiones, pero luego son incapaces de denunciar públicamente este deleznable estado de dictadura delictiva. Nosotros, los aficionados, seguimos creyendo en las hadas, y pensando que nuestro equipo conseguirá grandes cosas. Todo es una repugnante mentira, un escenario de cartón piedra, una monstruosa obra de teatro cuyo guión se escribe en los despachos de la federación. Los árbitros no son más que unos mandados. Algún día, algún loco le pegará un tiro a uno de estos fantoches del silbato, y entonces meterán en la cárcel al desgraciado de la pistola...y el robo continuará sin mayores problemas. Sería ya hora de empezar a moverse ante la justicia, si es que la justicia existe en este país. Si la fiscalía quisiera investigar las tripas del fútbol español, y a pedir papeles a la federación española, y a la de árbitros, y a los clubes, a lo mejor veíamos entre rejas a algún responsable. Mientras tanto sólo nos queda mordernos la lengua y agachar la cabeza, pero mantener las ideas claras y la dignidad intacta.

Michel: este es el camino, y tú has dado con la tecla. Tienes que seguir por esta senda.