Sevilla 0-1 Celta de Vigo: ¿hay alguien dirigiendo este barco?

El resultado del partido de anoche en el Sánchez Pizjuán ha vuelto a poner de manifiesto que seguimos sin capacidad de maniobra, o, en lenguaje marino, sin gobierno. Es cierto que el error de Beto cediendo el balón al delantero contrario nos complicó bastante la reacción, pero la realidad es que la primera parte quedó 0-0 y, en buena parte de la misma, fue el Celta el que creó más ocasiones de gol. En este equipo, que no lo es realmente, los jugadores no saben a qué juegan, no saben dónde juegan, no conocen cómo juegan sus compañeros e ignoran completamente cuál es la importancia de pertencer al Sevilla FC y formar parte de la élite de fútbol nacional. La culpa es del entrenador, indiscutiblemente, pero también de la directiva, a la que suponemos entregada a otro tipo de preocupaciones. La realidad es que esto no funciona bajo ningún concepto, y que después de la humillante derrota contra el Madrid, no sólo no ha habido reacción sino que vamos a peor.