Barcelona 3-2 Sevilla: antología del atraco, mafia y corrupción.

Una de las peculiaridades esenciales de la Liga española es que siempre se sabe de antemano qué equipo la va a ganar. Barcelona, Madrid, Madrid, Barcelona. De vez en cuando, tras múltiples intentos de amaño de partidos, compra de árbitros, comisión continuada de delitos contra la ley de apuestas deportivas, etc., se cuela un tercero, y se le deja que gane la Liga. El grado de corrupción al que ha llegado el fútbol español está esperando de una vez por todas una reacción de la Fiscalía General del Estado para empezar a levantar las alfombras de podredumbre, blanqueo de capitales, evasión fiscal y apuestas ilegales que impregnan el nauseabundo espectáculo que una serie de mafiosos pretende seguir manteniendo en su único y exclusivo beneficio. Sigamos así. Sigamos así, y veremos dónde termina toda esta orgía de corrupción.
¿Merece ahora la pena seguir hablando de fútbol, del partido de anoche? Creemos que no.