6.10.07

Telecinco: cuando la demagogia es mejor negocio que la información

Hacer un programa de denuncia pública con verdadera utilidad social aprovechando una tragedia personal es algo que no está al alcance de cualquier cadena. Desde luego no parece estarlo para Telecinco. Si la muerte de Antonio Puerta sirve para que los equipos médicos de los clubes se doten de medios suficientes para evitar muertes tan dramáticas como la suya, que así sea. Pero si de lo que se trata es de utilizar la pérdida de nuestro querido Antonio para montar un show mediático donde ninguna de las voces invitadas tiene ni un solo dato contrastado, mejor es que cambiemos de canal. Nada hace más daño a una cadena de televisión que dejar de ver sus programas. Esa es la conclusión más clara que hemos extraido hoy de la emisión del lamentable programa La Noria: cambiar de canal es nuestro privilegio.

1 comentario:

Paco Carreño dijo...

Creo que ya es el momento de dar un golpe sobre la mesa, y ese golpe debe darlo el Sevilla FC.

Cuando en un programa televisivo un afamado periodista (Jimmy Jimenez Arnau), dice y proclama a plena voz y con rotundidad, que lo que le sucedió a Antonio Puerta es un homicidio involuntario cometido por el Sevilla, y cuyos culpables son desde el presidente hasta el utillero, y el Sevilla no hace nada, se le da credibiliad al vocero.

Cuando a la semana siguiente, se comenta entre los contertulios (no comprendo como se puede decir tertulianos), y nuevamente se afirma con rotundidad, que la papilla que reciben los jugadores del Sevilla contiene cafeína, y ni el Sevilla ni el doctor Escribano hacen nada por desmentirlo, se le da credibilidad a los voceros y se admite que a los jugadores del Sevilla se les droga para jugar.

Por eso, como sevillista, como persona ofendida por voceros que comentan los que les da la gana sin ningún tipo de pruebas y utilizando un medio televisivo que les da, no solo la credibilidad por su cobertura, sino la imposibilidad de defensa del ofendido, exijo, repito, una contestación ante los tribunales tanto del Sevilla como institución, como de cada uno de los componentes del consejo y plantilla, al igual que del Dr. Escribano.

Si no se hiciere, me sentiría defraudado como sevillista y como persona. La falta de la querella solo le daría la razón a los voceros.