El partido de vuelta de la primera semifinal de Copa del Rey empezó a perderse el sábado 27 de febrero, en el encuentro de Liga frente al mismo rival. Allí le mostramos todos los flancos al enemigo, que supo tomar buena nota de nuestras debilidades. Allí, como ayer en Barcelona, mostramos un miedo cerval al rival. Lo demás ya es historia. Ir a una semifinal para competir durante los diez primeros minutos, no es la mejor actitud. Fallar un penalti que tira un jugador que acaba de salir de cuatro semanas de lesión, no es de recibo. Volver a repetir estrategia de juego después de un partido de Liga calamitoso, es una irresponsabilidad. Y eso que con el 3-0 nos hubiera bastado un gol. Pero apelar a la suerte, no habría sido justo. Se perdió, y bien.
Ahora toca mirar hacia adelante y hacia arriba en la Liga. Ahora toca hacer lo posible por remontar en Alemania ante el B. Dortmund. Ahora toca seguir luchando y aprendiendo de los errores.
Y, por cierto, para perder semifinales hay que llegar a semifinales...
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