Málaga 2-1 Sevilla: Peor, imposible

Al final van a tener razón los que dicen que la actual temporada va a terminar con la lucha por la permanencia. La sensación de que el fútbol ha dejado de ser la primera preocupación del Sevilla es cada vez más evidente. Hay otras preocupaciones. Al ritmo de pérdida de puntos que acumula este equipo vamos a pasar muchas fatigas. Tras tres partidos excelentes, al menos en las primeras partes, hemos vuelto a la vulgaridad más absoluta. No somos capaces de mantener el balón ni dos minutos seguidos. No damos un pase a derechas. Vamos a perder ese tercer puesto de equipo menos goleado de un momento a otro. Y Marcelino no da con la tecla. Ni los que fichan entrenadores...

Betis 1-1 Sevilla: injusto empate

El Sevilla debió haber obtenido una mayor renta en su visita al Villamarín, habiendo dominado como lo hizo toda la primera parte, y forzando 9 corners en el primer tiempo, por sólo dos del rival. La sequía goleadora de los nuestros es un problema a resolver de manera urgente, pues sólo el Villarreal marca menos en su visitas fuera de casa. Negredo no está a la altura física ni mental que requiere esta situación complicada por la que pasa el Sevilla. Reyes está a un nivel que requiere que todo el equipo tenga conciencia de que el líder es él, y de que hay que jugar para él. Marcelino, bueno, Marcelino va a seguir siendo entrenador del Sevilla. Y Monchi también sigue.

Sevilla 0-0 Espanyol: negados para el gol

El Sevilla de Marcelino mostró ayer tarde una de sus mejores primeras partes en lo que va de Liga, aunque las numerosas ocasiones de gol no se pudieron materializar. El problema con el gol de este Sevilla es grave. Las ocasiones de Manu del Moral y Negredo fueron insuperables. Cuando el equipo juega no marca. Cuando el equipo marca no juega. La cruda realidad es que el derby es la semana que viene. Y que hay que ganar los dos partidos que vienen fuera de casa. El margen para la mejora es estrecho. Los puntos se van agotando lentamente. Sería triste tener que fijar nuestras miras en los 18 ó 20 puntos que nos quedan para asegurar la permanencia.

Copa del Rey: Sevilla 2-1 Valencia

Con la vibrante eliminación del torneo del K.O. anoche en el RSP, el Sevilla de Marcelino encara el único objetvo posible y realista que aún le queda para esta temporada: mantenerse en primera división.
Paradójicamente, el partido de anoche mostró, según muchos, los mejores 25 minutos del Sevilla en las dos últimas temporadas. Pero de poco sirvió. Las carencias de este equipo son palmarias, y su falta de gol apabullante. Ninguna de las líneas funciona. Varas salvó anoche tres golazos cantados. Los centrales están para devolverlos. Negredo, negado para el gol. Reyes no compareció. Sólo brilló, como de costumbre, el incombustible Kanouté, y un esforzado Navas.
Desencanto, preocupación, cansancio de la afición, y pertinaz enroque de la dirección técnica en contratar entrenadores que no valen para esta plantilla. Qué pena, señor, qué pena.

Rayo Vallecano 2-1 Sevilla: la peor Liga del mundo...

No lo dudamos. Esta Liga es la peor de Europa y de la galaxia. Pero el Sevilla pierde frente a un Rayo Vallecano, que tiene el presupuesto más bajo de la Liga española, 12 millones de euros, una deuda de la época Ruiz Mateos cercana a los 30 millones de euros, y en concurso de acreedores, y menos de 10.000 socios. ¿Esto puede ser motivo de reflexión para la directiva del Sevilla?
Está claro, por otro lado, que la diferencia de calidad entre José Antonio Reyes y el resto de la plantilla es, simplemente, abismal. Y sólo ha hecho falta un partido para comprobarlo.
¿Y si resulta que nuestros jugadores no son tan buenos?
Los corners de Perotti, ¿dónde ha aprendido a tirarlos? Las salidas de Varas, ¿quién se las ha enseñado? Fazio, Fazio, Fazio... En fin. Caemos a plomo.

Copa del Rey: Valencia 1-0 Sevilla

Pagamos caro un error garrafal de tres de los nuestros. Miedo, indecisión, no sabemos qué. Un retrato vivo de este Sevilla de Marcelino que no termina de coger velocidad de crucero. Mañana el Rayo. El jueves la vuelta de Copa. La cuesta de enero, en definitiva.