Sevilla 1-0 Rangers: la Champions comienza ahora...

Tras el partido de anoche, poco más que la noticia positiva del ingreso de los 800.000 euros de rigor puede aportarse. El Sevilla se enfrentó a un grupo de once amiguetes que, salvo por el claro penalti a Fernando Navarro, pudo haberse llevado el empate perfectamente. Seguimos igual de bloqueados en nuestro juego ofensivo que hace un mes. Este es el quinto partido consecutivo en el que el SFC muestra una debilidad atacante preocupante. Ni Negredo, ni Koné tienen la cabeza puesta en el gol. El equipo juega hacia atrás permanentemente. No se crean espacios por el centro y las bandas son incapaces de librarse del férreo marcaje que todos los equipos practican, una vez conocida la única estrategia de ataque que los nuestros son capaces de desarrollar. Ayer, por primera vez en mucho, mucho tiempo, percibimos en el RSP un cierto aire de cachondeo de los aficionados respecto al impotente juego exhibido por los nuestros. Jiménez tiene por delante una tarea descomunal, porque es evidente que, de este modo, no vamos a ninguna parte. Esperemos que se tomen medidas durante el paréntesis navideño, porque de lo contrario el mes de enero va a ser una escabechina. Hay preocupación en el ambiente. Mucha.