15.3.19

Europa League. Slavia Praga 4-3 Sevilla: Sin defensa

La dolorosa eliminación de la Europa League 2018-2019 frente a un equipo netamente inferior como el Slavia de Praga no tiene defensa alguna. Tampoco tiene defensa la pasividad con la que la directiva del club está abordando la crisis en la que llevamos instalados desde hace dos meses. Ni defensa tampoco, la nula actividad desarrollada por el director deportivo, que no se sabe a qué se dedica. Desde luego no está dedicado a buscar soluciones para este equipo exhausto física y mentalmente. Sin defensa está igualmente el entrenador, responsable directo de esta debacle de juego -ayer el Sevilla no jugó absolutamente a nada- que no es capaz de entender que con 22 jugadores de nivel no pueden estar jugando siempre los mismo 15 jugadores. Y sin defensa, también, está el propio equipo. Sin defensa física porque Kjaer es un desastre, Vacklic ha perdido la chispa con la que empezó la temporada, y nadie manda en la línea de atrás. Sin defensa moral, tampoco, porque con las remontadas del partido de anoche, no se puede uno dejar perder un partido que tenía que estar cerrado en la primera parte de la prórroga. ¿Cómo es posible que con un 3-3 en el marcador, no escondiéramos el balón por las esquinas? ¿Cómo es posible que con la eliminatoria ganada a un minuto del final se permita una pachanga de patio de colegio en el área del portero?
La eliminación de Europa League debe ser un punto de inflexión. Hay que tomar medidas en todos los niveles, o vamos a terminar muy mal esta temporada.

11.3.19

Sevilla 5-2 Real Sociedad: volver a recordar

El partido del Sevilla en el RSP frente a la Real Sociedad ha sido una suerte de recordatorio del juego de principios de temporada, en la que la posesión de balón en las líneas delanteras y la constante percusión generaron resultados que llegaron a mantenernos en cabeza de la tabla varias veces. Pero el equipo tiene un problema de físico importante que afecta a jugadores como Banega, Mudo o Roque Mesa. Por ahí se vence la defensa y aparece la debilidad estructural del equipo. En cuanto dejamos de presionar, contragolpe del contrario y gol asegurado. Todo esto se pudo ver en el partido de ayer. Machín tiene una responsabilidad directa en esta situación, y hasta que no consiga rotaciones sólidas, arrastraremos el problema. El objetivo del Sevilla es estar en Champions, no lo olvidemos. Todo lo que no sea eso, será un fracaso.

8.3.19

Europa League. Sevilla 2-2 Slavia Praga: pésimo resultado

En la dinámica regresiva en la que está sumido el equipo es posible esperar casi cualquier cosa. De hecho, el bálsamo en que se había convertido nuestra competición fetiche acaba de desaparecer. En Praga va a haber que obrar el milagro y tirar de galones, pues anoche nos complicamos el pase de manera extraordinaria. De nada valió ese gol antes del minuto 1'. No hubo serenidad, ni control de la situación. Se repitieron los mismos errores que en liga. Y veremos qué pasa con la lesión de Vacklic. Un despropósito en definitiva.

4.3.19

Huesca 2-1 Sevilla: Machín en el objetivo

El calificativo de resucitador de muertos no por más repetido deja de ser menos cierto. Se confirma que el título al que aspira el Sevilla en los actuales momentos es el de resucitador. En esto ha terminado un arranque fulgurante de temporada que ha pasado ya de ser un espejismo, a una preocupación real por la consecución de los objetivos europeos. Menos mal que la liga española es endeblita del sexto puesto para abajo, pero este año hay invitados nuevos a la fiesta europea, Alavés y Getafe, por ejemplo, y la cosa se puede poner verdaderamente fea en muy pocas jornadas.
¿Qué le está pasando al Sevilla? Pues lo que en más de una ocasión hemos denunciado: no te puedes gastar un presupuesto multimillonario en jugadores y querer ahorrar en entrenadores. Ahora, secas las ideas en el cerebro de Machín, ¿qué hacemos? ¿dónde encontramos un entrenador fiable pasando ya la mitad de la temporada? Y es que es evidente que con el plantillón que tiene el Sevilla lo que falta es dirección deportiva. Está fracasando Caparrós porque no está consiguiendo transmitir el hambre de triunfo y la ambición al equipo, y fue contratado precisamente por eso y para ello, no por sus dotes como gran negociador en el mercado mundial de jugadores. Está fracasando la directiva al completo, con la cabeza puesta más, seguramente, en la venta del equipo y la inminencia de la llegada de los nuevos propietarios que en la campaña presente. Y, clamorosamente, está fracasando Machín. Hoy no hay paños calientes. El Sevilla en este momento, ni marca goles, ni cierra con centrales el centro del campo, ni defiende. Tan solo podemos salvar a Vacklic, sin cuyo concurso podríamos estar hundidos a mitad de tabla, y a Navas, reventado de correrse la banda. El equipo está desnortado, huérfano de dirección, perdido y desconfiado, inseguro delante y detrás, sin personalidad, ni garra. Es un fantasma.
¿O es que los jugadores están a su bola, pensando solo en una competición, la Europa League, y conformándose con el sexto puesto para salvar el expediente?
Debacle en el palco, en la dirección deportiva y en el banquillo.