26.11.15

Borussia M. 4-2 Sevilla: ahora sí, adiós a la Champions

En la línea de lo que veníamos viendo desde hace semanas, se ha vuelto a confirmar que al Sevilla FC le vienen grande los partidos de Champions. Y los de Liga, a tenor de los resultados. No hay gol, no hay conexión ni entendimiento entre los jugadores clave, no hay defensa, no hay portero. Con una plantilla de este nivel -incluso ya empezamos a dudar que lo tenga- Emery sigue sin conseguir un ajuste, un esquema, algo que funcione. No hay nada. Un enorme vacío y una deriva incierta. ¿Hay alguien ahí arriba, en la directiva? Hola, hola...

Real Sociedad 2-0 Sevilla: Insufrible

Lo que ganamos con los grandes, lo perdemos con los pequeños. El Sevilla FC vuelve a hacer un partido insufrible, ininteligible, impotente. Quince puntos nos alumbran a unos días de la Navidad. No se puede empezar peor, y, lo más preocupante, es que no se vislumbran soluciones a corto plazo.

9.11.15

Sevilla 3-2 Real Madrid: incomprensible Sevilla

Lo peor que le puede pasar a un analista deportivo -quien esto escribe no lo es- es no encontrar una explicación plausible al comportamiento de un equipo que gana partidos al Barça y al Madrid y no puede con un Eibar o con un Las Palmas. ¿Dónde está el problema de este Sevilla 2015-2016 que se pone 0-1 frente al City en su casa y se deja el partido en el minuto 91'? ¿Dónde está el problema de este Sevilla que lo mismo que borda el fútbol en una segunda parte, se deja la primera inédita?
Es el entrenador el máximo responsable, sin duda, de todo lo que pase en la plantilla, por acción y por omisión. Pero nuestra impresión es que hay más responsables de este comportamiento bipolar del Sevilla, ya observado, por otra parte, en otras temporadas. Vemos a la plantilla fría, sin compenetración ni complicidad. Sólo hay que verlo en la celebración de algunos goles. Hay varios jugadores que son completamente extraños al equipo: Llorente, Immobile, Krhon Deli, N'Zonzi. No se integran. De nuevo estamos con los temas de psicología deportiva, que no pueden ocultar que, a lo mejor, hay problemas de fondo más pedestres, como el valor de las fichas que cobra cada cual.
En fin, que estamos desnortados, como lo está este Sevilla. Hasta disfrutar estas victorias tan contundentes e importantes cuesta trabajo. Qué paciencia estamos teniendo que tener este año con nuestro Sevilla.

4.11.15

Champions League: Sevilla 1-3 Manchester City, nos viene demasiado grande...

El Sevilla de Emery demostró anoche ante el Manchester City de Pellegrini que la Champions nos viene demasiado grande. Hace unos años, no muchos, el equipo podía aspirar a todo. Era la época en la que ganábamos la Supercopa de Europa. Era la época dorada. La disfrutamos a fondo, y nuestro agradecimiento por ello al Sevilla será siempre infinito. Pero las cosas han evolucionado a peor. La política, errónea a nuestro juicio, de hacer un equipo nuevo todas las temporadas, no puede dar resultados siempre. Está claro que el fútbol es dinero, y que en esas operaciones de recambio al completo de un equipo, algunos se hacen ricos. Pero es una mala estrategia que penaliza, en primer lugar, a los entrenadores, obligados a hacer funcionar a un equipo nuevo, sin rodaje, sin conocimiento previo, cada temporada. Por eso la Champions, en esta ocasión, una vez más, nos ha venido demasiado grande.
El Manchester City jugó ayer a medio gas. Al menos esa fue la imagen que transmitía. La no-defensa del Sevilla es la misma no-defensa que juega en Liga. Por eso somos uno de los equipos más goleados del panorama nacional. E internacional. Es una pena. Creemos que hay buenos jugadores, pero los que se han ido quizás eran mejores. Monchi no lo ha hecho bien esta temporada. Va a hacer falta algo más que un milagro. Matemáticamente no estamos eliminados de Champions, pero la imagen que transmite el equipo es, simplemente, penosa, lo que no invita a pensar ni siquiera en un milagro.
En fin, queda un trabajazo por delante tan impresionante como la decepción del sevillismo.

1.11.15

Villarreal 2-1 Sevilla: no, no despegamos

Hasta el propio Emery ha reconocido que con estos resultados no conseguimos los objetivos de esta temporada. Es una obviedad. No jugamos a nada. Perdemos las energías en aguantar a duras penas al contrario. No articulamos una sola jugada de contragolpe mínimamente efectiva. Cualquier equipo, cualquiera, nos pierde el respeto a los cinco minutos. Hemos dejado de ser ese equipo respetado que reinaba en Europa y levantaba admiración por cualquier campo de España.
Y, puestos ya a preguntarnos qué sucede, ¿está pasando algo en el vestuario que debamos saber los aficionados? Da toda la impresión de que sí.