9.11.08

Sevilla, 1-0, Recreativo: regreso al sufrimiento

Cuando volvíamos del partido de esta noche, pregunté a nuestro socio Pablo Rodríguez Sánchez de Lamadrid, 16 años, -Pablo, ¿qué titular le ponemos esta noche al partido con el Recre? No lo dudó mucho. -Regreso al sufrimiento, contestó.
Y eso que, por su edad, no ha podido sufrir mucho en las gradas del Pizjuán. Lo cierto es que hasta los chavales lo tienen claro. Se ha acabado aquello de recostarse en el respaldo del asiento y esperar a que se abra el tarro de las esencias. Hay un cambio descomunal en el equipo. Ni se sale a ganar, ni se sale a convencer, ni hay fuerzas físicas para ganar ni convencer. ¿Es posible que los jugadores esté sobreentrenados y se les esté castigando demasiado en la ciudad deportiva? No lo sabemos. Pero no hemos completado ni la tercera parte de la temporada y hay jugadores que no pueden con su alma. La falta de fondo físico lleva a las imprecisiones en las jugadas. Esto, al nerviosismo de la grada que se contagia al equipo. De ahí al desastre, sólo un paso. Hoy se ha estado pidiendo la hora desde el minuto 35 de la segunda parte. Así no se puede seguir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay más ciego que el que no quiere ver...
La situación del equipo no admite ni un pase, la forma física de los futbolistas es impropia de un equipo de división de honor.Los centrocampistas, para verlos,Romaric cambiado en el descanso después de otra exhibición, Renato en la media punta sin intervenir en el juego y Maresca necesitando toda la eternidad para controlar, mirar y pasar el balón, en su descargo que en ningún momento se ha escondido y ha pedido la pelota asumiendo la responsabilidad, pero con toda su carga de limitaciones, es más ha corrido más que en ningún partido,pero cuando físicamente se está cortito,las ideas se nublan.
Lo mejor del partido, la vuelta de Kanouté,pese al fallo del penalty, tremendo desgaste físico después de salir de la lesión y los tres puntos,pero las caras con qué saliamos del campo le lllevaron a preguntar a mi mujer si habíamos perdido.En definitiva más de lo mismo y sin indicio de mejoría.
Por último darle mi enhorabuena,al miembro del foro Carreño, por su convocatoria con el equipo en el día de hoy, me malicio que a mí cualquier día o a Quinto Arrio, también le llegará el turno, aunque al maestro Paco Carreño, lo prefiero en el banquillo .
Recibid un fraternal abrazo,del desollado visualmente por la disciplina sufrida en el día de hoy de Disciplinante.

Socio nº 1 dijo...

La alegría con la que el Barça le endosó seis chícharos a los de Pucela es la misma que transmitía el Sevilla hace año y medio. La diferencia entre este Barça y aquel Sevilla era nula. Fuerza física, resistencia y velocidad. Aquí está el talón de Aquiles de los nuestros. Cuando salió Capel en la segunda parte, cambió por completo el equipo. La clave: la velocidad en el juego. Al Sevilla de ahora le ponen por delante a un equipo que sepa mantener ordenadas las tres líneas y se ve imposibilitado para hacer la menor jugada. La clave: la velocidad en el juego. El Sevilla está físicamente bajo mínimos. Tengo la sospecha de que los jugadores están sobreentrenados. Si a esto le sumamos el calendario que hay por delante y lo que ya llevamos, mucho me temo que la enfermería se quede chica y haya que ampliarla. La catástrofe total. Adriano, bajo mínimos. Maresca, hiperlento. Renato, perdido. Romaric, sin comentarios. Yo le daba a los jugadores una semana de CONVENTO. Insisto. Descanso, cánticos gregorianos, sauna y jacuzzi, y una buena terapia para mejorar el ánimo. Señores, ¿dónde está esa furia roja y blanca de aquellos gladiadores de Nervión que después del primer gol iban con la espada entre los dientes a por el segundo, el tercero y el cuarto? Oh, tempora, oh, mores.

Paco Carreño dijo...

Me repito nuevamente a los comentarios vertidos en el post titulado "Stándard, 1-0, Sevilla: se ha encendido una luz roja".

De mal, en peor.

Lo peor que le puede pasar a un equipo como el Sevilla, que logra alcarzar el cielo tras cien años, es que en dos escasos meses hemos perdido todo lo logrado y volvemos a la mediocridad. A la desunión del equipo con la grada.

Hemos dejado de ser un equipo grande, porque... repito, el equipo grande es el que muere matando, aunque pierda.

En cuanto a la famosa forma física, un comentario: Todo el que sepa lo básico de forma física, conoce que en líneas generales la forma física se pierde, se adquiere, y después se mantiene, antes de volver a perderla.

Pues el problema del Sevilla es un problema de mantenimiento. Porque se puede pecar tanto por defecto, como por exceso. Y vamos a dejarnos de tonterías. El Equipo está sobreentrenado. Y eso se ve cuando se observa que cualquier equipo que juega con nosotros, vemos corre más, lucha más, llega antes al balón, tiene mas claridad de ideas, etc.

No me valen las excusas de que por las lesiones hay jugadores que están jugando todos los partidos.

¡¡¡SEÑORES!!! Estamos hablando de deportistas profesionales que solo se dedican a ello y sobre todo, que es lo que me pone de mala leche. Esto están intentando vendermelo como excusa en la décima jornada. Todavía... si de un equipo mediocre se tratara, me lo dijesen en la jornada treinta, pues, pase. ¿Pero un equipo de la primera división de la liga española?

Perdonadme que me calle, porque la mala leche empieza a salirme por las orejas.