Sevilla 1-2 Valladolid: Michel no se come los turrones en Sevilla

El descalabro de anoche en el RSP no es más que un síntoma de lo que venimos denunciando desde hace semanas. Este equipo "guadiana" que juega cuando, donde y como quiere está sin control. Aquí no manda nadie. Esto es una banda de amiguetes que mancha con su actitud los colores del sevillismo y la devoción de su afición. La culpa es, obviamente, de la directiva del club, que ha fichado mal, muy mal, que ha traído a gente sin calidad alguna, sin estar contrastada, que carece de voluntad y de preparación, que adolecen de todo tipo de defectos técnicos y que son físicamente débiles, como se ha podido comprobar con las últimas lesiones. Los mismos que nos llevaron a la gloria, nos han devuelto hoy a la realidad histórica de un Sevilla de medio pelo que, salvo el paréntesis triunfal, vuelve a su rutina de mediocridad centenaria. Gracias, gracias por habernos puesto una vez más delante del espejo. Gracias por habernos hecho constatar, una vez más, que lo único grande en este Sevilla es y será siempre su afición. Todo lo demás pasa. Sic transit gloria mundi.