Si el pánzer mediático-deportivo de este país, del que Roures no es más que el baranda, se propone acabar con el fútbol, lo va a terminar consiguiendo a poco que la afición esté dispuesta a indignarse y a quedarse en casa cuando los partidos se jueguen en domingo y a las diez de la noche. De momento, los niños no pueden ir a estos partidos. A continuación, dejarán de asistir quienes tengan que darse el madrugón matutino para ir a trabajar, lo que es ya un lujo. Después vendrán los jubilados y pensionistas, que en el momento en que lleguen los fríos invernales, se quedarán, lógicamente, en la mesa de camilla.
Si los aficionados lo tienen cada vez más difícil para ir a los estadios, y los precios de abonos y entradas ignoran la crisis económica que padecemos todos, mientras que se pueda ver la liga completa por televisión al módico precio de unos 200 euros por temporada, van a ir a los estadios los extras que contraten los equipos.
Sigamos exprimiendo la gallina de los huevos de oro. Sigamos en esta demencial espiral económica en la que viven los clubes de fútbol, por los que parece que no ha pasado la crisis. Sigamos exprimiendo la paciencia y la economía de los aficionados. Sigamos sin cambiar nada. Luego nos lamentaremos de que también el fútbol se haya acabado.
17.10.11
Los horarios del fútbol
Publicado por FORO SEVILLISTA UNIVERSITARIO (FSU) en 10:28 a. m.
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1 comentario:
El espectáculo televisivo exige "ambiente". Los estadios vacios no venden. Si el disparate de los horarios sigue así, las TV tendrán quepagar pagar a los figurantes que hagan de hinchas. Y además se adultera la competición. Para cúandob el Madrid-Barsa un domungo a las 12? Gracias por esta entrada que aborda una cuestión estructural del futbol. Me gustaría ver más opiniones sobre este tema. Acosta.
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