(Foto AFP, diario Marca)
En realidad nunca nos habíamos ido. Estábamos, como todo el mundo, confinados. Ha sido un año durísimo en todos los sentidos. Durísimo para el equipo y durísimo para la afición sevillista. Pero el Sevilla FC, fiel a su historia y al lema de su himno, "el equipo de la casta y el coraje", nos ha vuelto a dar a todos una magistral lección de vida. Cuartos en Liga, empatados a puntos con el tercer clasificado. Clasificados para Champions y con muchas ganas de dar la campanada en este torneo continental donde nos hemos ganado el respeto de todos los clubes. Como le dé al Sevilla por ir a por la Champions, tendremos otro "lío gordo", como le gusta decir al mago Monchi. Una trayectoria en Europa League absolutamente impecable, derrotando a equipos de la entidad de la Roma, el Wolverhampton, revelación de la Premier League, el todopoderoso Manchester United, que nos triplica en presupuesto y, para rematar, el Inter de Milán. A esto algunos enterados lo llaman "suerte". Clasificados para Supercopa de Europa frente al Bayern de Munich, que pelearemos el 24 de septiembre para intentar traernos la segunda a casa. Clasificados para el Mundial de Clubes, donde nos estrenaremos. Sí, mucha "suerte", demasiada quizá.
Las lecciones del Sevilla FC son vitales. Nunca se rinde. La magia de su fútbol no tiene rival. Casta y coraje. Es el equipo de la resiliencia, y nos ha enseñado a todos que no hay éxitos gratuitos, que el éxito hay que trabajarlo todos los días, a todas las horas, contra todas las adversidades. Nunca se rinde. Este es el camino que nos enseña este fulgurante equipo donde las individualidades crecen en la medida en que contribuyen al grupo. Un grupo de gente con hambre de triunfos, veinte partidos consecutivos sin perder en competición oficial. Casta y coraje. Lección de vida.
Viva el Sevilla, viva el Sevilla, viva el Sevilla!!!!